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Cita a ciegas

"Ahí estaba yo. Es decir, Alex y mis tres drugos. O sea Pete, Georgie y Dim. Estábamos sentados en el Milk Bar Korova, exprimiéndonos las rasureras para encontrar algo con que ocupar la noche."
La Naranja Mecánica
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jueves, 24 de abril de 2008

Waiting For The Sun

Mi intención era estudiar. Renovar el d.n.i. y luego estudiar. Por la peligrosa velocidad y el sigilo con el que se acercan los examenes más que nada.

08:20 a.m.

En la oficina del d.n.i. me atiende un inexpresivo robot, dándome un papelito que me adjudicaba el 40º turno.

-Para las 11.30 más o menos-dice su mecanizada voz.

08:35 a.m.

Me acerco a la biblioteca, inquieto ante la idea de abrir mi libro y emprender la maratoniana tarea de preparar un examen. Porque a 4 semanas del examen la tarea parece una carrera de 42Km. Otra cosa es que al final se asemeje más a un trote de 5Km. A veces menos.

Pero allí, en la puerta, me encuentro un ocupado hombre rellenando un crucigrama. Debí molestarle con mi presencia, porque su concentración se disparó y acabó cerrando el librillo. Quizás simplemente no sabía con qué rellenar los espacios que le faltaban.

-Está cerrado, no abrimos hasta las nueve.

-Pero yo sólo puedo empezar a estudiar ahora. Si no lo hago ahora, jamás podré empezar. He conseguido llegar hasta aquí. He hecho lo más dificil. Si me voy ahora no volveré. Mis intenciones se colapsarán y no conseguiré estudiar nunca-pienso, pero me voy. Mi subconsciente me lo agradece, sólo necesitaba una excusa para no verse cara a cara con las ecuaciones diofánticas y sus numéricos secuaces.

Aterrizo en la cafetería de enfrente. Pido un café y abro mi libro de William Faulkner. Suena Elton John. Mientras leo voy prestando atención a la música que pone la atractiva camarera. Led Zeppelin, Iggy Pop, The Doors, Pink Floyd... coño, se está a gusto en el local.



Pierdo la noción del tiempo. Cuando me doy cuenta son las nueve y cuarto, y mis ganas de estudiar se han evaporado. Así que vuelvo a casa.

11.30 a.m.

La incompetencia policial me ha engañado. Una vez más. La pantalla de la sala de espera muestra el dígito 31, significando que aún quedan nueve personas delante mio, para echar una firma y donar 6.80 euros al estado.

12.20 p.m

Llega mi turno
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The Doors-Waiting for the sun

3 comentarios:

Anónimo dijo...

idemsiado buen ciudadano eres. si hubieras finjido un hurto de cartera y hubieras perdido diez minutos de tu valiosa vida te habrias ahorrado el donar mas de 1000 pesetas de las antigüas al estado.
Besos
LadyMos

Rubén dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rubén dijo...

Bien LadyMos, asi se funciona de pm fingiendo robos, orgamos, vah! el mundo no va nada bien. Y tu! ponte a estudiar! que te voy a dar una somanta de hostias como panes!!!